jueves, 5 de enero de 2017

Balance 2016 de la ANPCyT


Las oficinas de la ANPCYT se encuentran alojadas en el Polo Científico-Tecnológico de Palermo, ubicado entre las calles Godoy Cruz y Paraguay de la Capital Federal.

La Agencia encargada de apoyar proyectos que mejoren las condiciones sociales, económicas y culturales del país, cierra el año con nuevos instrumentos de financiamiento y récord de iniciativas aprobadas.

La Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que depende del ministerio de Ciencia de la Nación (MINCyT), destina recursos a proyectos que abarcan desde la investigación básica hasta la innovación tecnológica en empresas.

En 2016, el organismo recibió la mayor cantidad de proyectos desde la creación;  con 5.360 proyectos supera al periodo anterior en un 13%, y de los cuales, más de la mitad resultaron aprobados, lo cual también marca un hito en el número de propuestas beneficiadas.

En materia de financiamiento externo, la ANPCyT logró incorporar dinero procedente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por un monto de  50 millones de dólares y sentar precedente como la primera operación de dicha entidad en la Argentina; asimismo, tramitó 45 millones de dólares con el Banco Mundial y avanza en una nueva operación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 100 millones de dólares.

La Agencia cumple la misión a través de los Fondos para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT), Tecnológico Argentino (FONTAR), Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (FONSOFT) y Argentino Sectorial (FONARSEC); a lo largo de 2016, en cada uno se registraron las siguientes novedades:

·        El FONCYT adjudicó más de 1.750 proyectos –por primera vez desde la creación–; aprobó 1.192 subsidios para investigación científica y tecnológica (PICT) y otorgó 296 becas.
Asimismo, desembolsó más 680 millones de pesos para reequipar centros de investigación mediante los Proyectos de Modernización de Equipamiento (PME), en el marco del Programa de Sistemas Nacionales.

·        El FONTAR inauguró dos instrumentos: el Fondo de Regulación de Productos Biotecnológicos (FONREBIO), que fue lanzado en marzo y es fruto de un trabajo interministerial con Agroindustria; y Aportes No Reembolsables Social (ANR-SOCIAL) dirigidos a proyectos de índole tecnológico con impacto social y territorial, y cuyo propósito es apoyar poblaciones vulnerables, pequeños productores, micro-emprendimientos y regiones con capacidades productivas poco desarrolladas, a fin de mejorar la calidad de vida de las personas e involucrar distintos actores en la creación de nuevas cadenas de valor.

·        El FONARSEC relanzó el programa EBT para la creación de empresas de base tecnológica y participa en la implementación de los proyectos estratégicos pautados por el Gobierno Nacional en Innovación Colectiva –Ciencia y Tecnología para vivir mejor.
Dentro de la iniciativa, donde intervienen diversas áreas del Estado, el MINCyT asume un rol protagónico al operar como articulador y plataforma de servicios en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), y en tal sentido, se han abierto las primeras tres convocatorias: Acuicultura, Fabricación de componentes nacionales para satélites y Prevención de catástrofes.

·        El FONSOFT evaluó 885 proyectos presentados –una tasa sin precedentes para este fondo–, con un crecimiento destacado de las líneas orientadas a empresas jóvenes.
En función de la promoción de esta herramienta en el interior del país, aumentó la solicitud de dinero para emprendimientos vinculados a la industria del software en numerosas provincias.

MINCyT